La
conversación con el druida la había dejado pensativa y todavía más confusa de
lo que ya estaba. La elfa se agachó para tocar al agua con sus dedos, en busca
de algún tipo de sensación, pero el dolor de sus heridas hizo que cayese de
bruces. Su rostro quedó a pocos centímetros del agua, siendo reflejado por la luz
de la luna. Tenía un estado lamentable.. aquellas ojeras pronunciadas, sus
labios cortados y aquel dolor que la recorría de arriba a abajo. Siempre había
tenido poderes, siempre había sanado cada una de sus heridas, pero ahora el
dolor la consumía…
Cerró
los ojos.. encontrándose a sí misma en una habitación oscura, iluminada por la
escasa luz proveniente de varios velones. Una figura se ocultaba entre las sombras,
aparentemente femenina, por las curvas que denotaban las sombras.
-
¿Quién
eres? – preguntó Elle
-
No
puedo decírtelo.. – su voz sonó dulce
-
¿Qué
eres? – apuntó
-
Chica
lista… - sonrió la extraña – Te estás muriendo, ¿eres consciente?
-
Si..
-
¿Y
no piensas hacer nada?
-
No
puedo… Y tampoco puedo dejar que otro lo haga
-
Tampoco
podría… Tus heridas son de una magia que ningún mortal podría curar.
-
Con
mis poderes podría, pero los he perdido..
-
Tus
poderes siguen ahí, junto con otros que también estimas perdidos, y otros que ni siquiera has despertado.
-
¿Mis
poderes de paladín?
-
Ajá
– afirmó
-
¿Cómo
puedo recuperarlos?
-
Tú
sola no podrás.. y mucho menos en ese estado… Mírate… - le mostró su propia
imagen en una bola de cristal. – Patético, ¿verdad? Una persona como tú, que
tiene a su alcance un gran poder y tiene miedo de utilizarlo… Sólo con él
podrías romper el sello que aprisiona tu esencia.
Chantarelle
guardó silencio, con la mirada fija en la esfera. Sabía perfectamente a qué
clase de poder se refería y que, posiblemente, aquello se tratase de una
trampa.
-
Chantarelle
Anylïnde – susurró su nombre
-
Mi
nombre es Nyn – rechistó
-
Llámate
como quieras… pero sigues siendo tú…. ¿Crees que a tus ancestros les
enorgullecería verte en este estado? ¿Quieres correr el mismo destino que
Adanahel?
-
¿De
qué conoces a mi padre?
-
De
mucho y de muy poco… - respondió enigmática. – Nyn, te queda poco tiempo. La
decisión es simple… Usa el poder de Agonía de Escarcha y vive… o muere y cede
tu alma a Arthas.
-
En
cualquiera de los casos el resultado es el mismo
-
En
eso te equivocas pequeña. Tu fortaleza y tu decisión es lo que marcará tu
destino. Él tratará de convencerte, la corrupción tratará de anular tu
voluntad… pero sólo si tu alma y tu corazón son fuertes, vencerás.
Y
todo se volvió negro…
Un
nuevo día comenzaba en Orgrimmar y con él, el bullicio en las calles, los
gritos de los vendedores en la plaza y el olor a pan recién hecho. Zacker,
Lanza, Miau y Dusht desayunaban en una taberna. Jarras de leche, diversos
zumos, café y pasteles abarrotaban la mesa. En medio de su pequeño festín
matutino, una sombría figura apareció ante ellos.
-
Buenos
días – saludó con cortesía
Chantarelle
tenía buen aspecto, parecía estar totalmente renovada de sus heridas y caminaba
con paso decidido hacia ellos. Su melena rubia ondeaba al viento y sus ojos
azules resaltaban en su rostro níveo.
-
Buenos
días – la saludaron
-
Me
alegro de volver a verte– saludó Lanza – He estado investigando sobre una
poción de resistencia a la escarcha como me comentó Miau y..
-
Ya
no será necesaria – respondió con educación
-
¿Cómo
te encuentras? Se te ve mejor cara – preguntó Zacker
-
Bien,
me siento mucho mejor. Gracias Zack
-
Nos
tenías preocupados – dijo Dusht – Anoche te esperamos hasta tarde.
-
Lo
siento, necesitaba pensar y me quedé dormida – esquivó la continua mirada del
druida - ¿Ha abierto ya Kure?
-
Está
a punto – dijo Lanza
-
Nyn,
¿podemos hablar? – preguntó Miau levantándose. – Ven
La
elfa siguió al tauren hasta el laboratorio de alquimia.
-
No
puedo leer tu mente.. – habló sin rodeos
-
¿No?
Ayer podías.
-
Si,
y tú ayer estabas herida y sin poderes… ¿Cómo te has sanado?
La
elfa permaneció en completo silencio…
Inicio del
flashback
El
frío y la niebla de la madrugada comenzaban a descender sobre ella, que estaba
temblando de frío. Se dormía y despertaba por momentos, débil y tirada en la
orilla en la que había caído anteriormente. La sangre volvía a manar de sus
heridas todavía abiertas.. Se moría… y sin su magia, no había vuelta atrás.
Suspiró
hondo y buscó en lo más profundo de su ser… Allí estaba… aquella presencia
oscura y fría, con apariencia espectral.
-
Dame
tu poder – ordenó Chantarelle
-
¿Buscas
mi poder? Sabes que toca algo a cambio – respondió el espectro
-
Si
yo muero.. tu morirás conmigo..
-
No,
si tu mueres, me alimentaré de tu alma
-
Sabes
que valgo más viva que muerta…
-
Y
tú sabes que sin mí habrías muerto ya..
-
Hagamos
un trato…
Tras
aquel pacto, el espectro tomó la forma de la elfa de sangre. La escarcha corrió
por sus venas, haciendo brillar su cuerpo con aquel destello blanco… Su piel se
sanó, su color se apagó… y sus ojos verdes adquirieron de nuevo aquel tono
azul…
Fin
del flashback
-
No
había otra opción, Miau… - explicaba ella. – Si yo moría, mi alma quedaría
condenada para siempre.
-
¿Y
combinar tu alma con la de Agonía acaso es mejor?
-
Sí…
porque sólo con ese poder lograré recuperar lo que me arrebataron y vencer al
rey Exanime
-
Es
un precio demasiado alto, Nyn… Y, sinceramente, creo que eso llevará a tu
destrucción
-
No…
-
Creo
en ti, quiero creer en ti… Pero mi corazón teme que puedas terminar al servicio
del Rey Exanime… Guerreros más fuertes han sucumbido… y tu alma está llena de
ansias de venganza…
-
Yo
no soy como los demás..
-
Cierto,
no lo eres, lo que te convierte en un ser todavía más peligroso… Si habiéndote
quedado sin tus poderes has logrado despertar otros… quien sabe lo que podrás
hacer ahora..
-
Por
eso me voy… - tragó saliva. – Me alejaré de vosotros para que estéis a salvo.
-
No
era eso lo que insinuaba.. – se apenó
-
Lo
sé…
La
despedida fue corta… Chantarelle adquirió algunos de los vestidos que diseñaba
Kureimo y se fue dejándoles sus mejores deseos para todos…
-
Busca
algo que fortalezca tu corazón, sólo así seguirás siendo tú.. – fue el consejo
de Miau.